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Deforestación y calentamiento global: Brasil estudia propuesta por el Amazonas

La deforestación es la tercera actividad del hombre que más gases de efecto invernadero genera, después de la producción de energía y la industria. ¿Por qué? Como los bosques son grandes ’limpiadores’ de dióxido de carbono, al ser cortados se anula su potencial de absorción y, por lo tanto, más gases permanecen en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global del planeta.

Frente a este tema, es evidente que el abanico de medidas para frenar el calentamiento global que seguramente se acuerde en la reunión de Copenhague de este año debe incluir alternativas para disminuir y eventualmente anular a la deforestación de bosques nativos.

En este sentido, dos hechos significativos tuvieron lugar durante la última semana.

Por un lado, la semana pasada se llevó a cabo una nueva reunión de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, una serie de charlas previas a la cumbre de Copenhague de diciembre. Informa el diario La Nación que en este encuentro, realizado en Bangkok, delegados de más de 180 países avanzaron en la negociación de un mecanismo para disminuir y eventualmente frenar la deforestación.

La idea es reducir el corte de bosques nativos en un 50% para 2020 y frenarla hacia 2030: esto se llevaría a cabo por medio de incentivos económicos para los países en vías de desarrollo. Esta estrategia para reducir emisiones es conocida con la sigla de REDD (Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación de los Bosques).

Por otro lado, si se habla de deforestación y de bosques que necesitan ser protegidos, una imagen viene a la mente: el Amazonas. En este sentido, informa O Globo que el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva anunció en su programa de radio semanal algunos detalles sobre el plan que está preparando junto a su grupo de ministros para presentar en Copenhague este año (recordemos que Brasil es uno de los países en vías de desarrollo que más gases emiten, junto a otras naciones como India y China).

De acuerdo a Lula, el plan incluye el objetivo de disminuir la deforestación en un 80% en el país hacia el año 2020. De esta forma, Brasil estaría evitando la emisión de 4,8 mil millones de toneladas de CO2.

Aunque este no sea un anuncio oficial, aunque el objetivo de 2020 esté un poco alejado en el tiempo y a pesar de que Lula haya mencionado antes que una meta de deforestación cero es imposible de asumir para Brasil, la inclusión de un objetivo fuerte contra la deforestación en una propuesta hacia Copenhague de este país es alentadora.

Por mucho tiempo, la protesta contra el corte de bosques estuvo asociada a la imagen de ambientalistas abrazados o viviendo en árboles. Pero cada vez más, el tema se vuelve crucial para pensar en un futuro sustentable. Resta aguardar a diciembre para confirmar qué medidas fehacientes se toman.

Más información sobre el tema:
Programa REDD de Naciones Unidas
COP 15 (Copenhague)

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